También es conocido como “culebrilla” y se presenta generalmente con ampollas en la piel que provocan fiebre, dolor de cabeza, malestar o escalofríos, afectando la calidad de vida en el paciente dado que el dolor puede ser intenso y debilitante.
Los síntomas suelen comenzar con dolor a lo largo de la región de la piel afectada, sin embargo, la complicación más frecuente es un dolor neurálgico prolongado denominado neuralgia posherpética (NPH) ya que puede durar por meses o años después que desaparece la erupción. Los riesgos de contraer NPH aumentan con la edad. Un adulto mayor con culebrilla tiene más probabilidades de desarrollar NPH y de tener un dolor prolongado y más intenso que una persona joven.